Lunes, once de la mañana. Hasta hace un momento estaba decidido a colgar el tintero y dejar de publicar en este blog, pero creo que no es justo que por capricho mío se deje "colgada" a toda la gente que visita este sitio, y es que con lo que pasó este fin de semana hay razones para hacerlo. Hasta pensé en dejar el grupo.El sábado tocamos en el Gigante Utama, muy buena onda en la fiesta. Alan, el ex Montana estuvo acompañándonos y toco una saya con nosotros y ni que decir de las gratas visitas: Olga, Karli, Queta, Magui, etc. Hubo tanta jarana que nuestra fiesta se extendió a un boliche de la avenida Bolivia. Y ahí comenzó todo... (No puedo contarlo, aún no).
Al día siguiente tocamos para la Kullawada del Mercado de Villa Adela. Yo diría que fue un reencuentro de Músicos, Édgar de Capricho, Franklin de La Lata, Toño y Vicente de Contagio, el sobrino de Franz, que a mi juicio tiene un futuro impresionante, etc. y por supuesto muy buena onda.
Estuve muy pensativo esa tarde de domingo, con las neuronas funcionando al máximo y con la resaca del día anterior, Panchito estaba contento; Richard, resfriado; Rodo, alucinando; Simón, trabajando; Rogelio congelándose; y Felix, charlando. Algo habló Rogelio sobre el incidente, alguien me dio un pincelazo, y aunque recuerdo poco, lo vi con mi propios ojos y lo vi en el momento preciso.
Por eso pongo una foto en blanco y negro, como ahora está mi alma. Y, pues, el tiempo dirá. De momento, la vida continúa y hay todavía muchas historias que contar, por eso sigo escribiendo.Nota.- Fabio cumplió años este domingo, es una deuda mía poner su foto y escribir algo sobre él en estos días. Es una promesa.
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